Rain Drops [Tema libre]

Gotas de lluvia. Un masculino que fácilmente sobrepasaba los cuarenta y pocos años caminaba lentamente por un largo callejón. Sus pasos eran observados por algunos vagabundos que agradecían con un leve movimiento de cabeza la propina que este les dejaba: Un generoso billete de 10 euros que probablemente les serviría para sobrevivir la semana, o varias semanas si lo administraban bien en cosas útiles como comida antes que drogas peligrosas como las que consumían. Él no los culpaba si ese era el caso ya que no tenían otra forma de hacer más amena su vida, no tenían una manera de salir adelante con el apoyo de un gobierno... Habían muchas cosas que no eran como debían de ser.

Levantó su mano derecha para ver el reloj y comprobar que apenas pasaban las cuatro de la tarde, muy pronto comenzaría a llenarse todo de gente que abandonaría sus puestos laborales para irse a casa o a beber un poco al bar más cercano, quizás a tomarse un café en alguna cafetería de renombre como él mismo estaba por hacer. Las gotas de lluvia eran cada vez más intensas, afortunadamente el traje de que llevaba puesto con ese elegante tapado aislaban bastante bien la lluvia por lo que no habría problema alguno. Su cabello se mantenía extrañamente bien incluso con las gotas más intensas que bajaban por su rostro cual tobogán. Finalmente llegó a la calle, mirando hacia los lados.

Sacudió un poco las mangas de su abrigo con ambas manos para quitar el exceso de agua sobre el tapado y caminó lentamente hasta llegar a la acera, ahí caminaría unos cuantos metros más si es que quería encontrar la cafetería que buscaba. La lluvia ahora lo golpeaba suavemente de frente, eran gotas pequeñas pero de esas que llegaban a molestarle la vista por lo que entrecerraba sus ojos. Una ligera mueca de disgusto se dibujó en su rostro al ver como luego de haber caminado unos diez minutos más, se topaba con la entrada de esa cafetería casi a tope. ¡Una pena! Venía pura y exclusivamente a tomar de ese café y ahora debía de buscar otras opciones para su tomar su dichoso café.

Parecía ser que toda esa gente mojada por la lluvia se quedaría afuera, el sitio no daba abasto alguno por lo que no era opción quedarse ahí.

─Bah... ¿Y ahora? ─Murmuró con cierta pesadez.