Back to the nightmare (Priv. Aoi)

por **Johan Christie** Vie Mar 22, 2019 12:06 am

Desde cierto incidente en el un tren hace mucho tiempo atrás, meses enteros, ya han quedado en la memoria de Johan como malos recuerdos dispuestos a olvidarlos, pero no es capaz de hacerlo. Todo lo ocurrido pareció quitado de un guión, una película con demasiadas subtramas y giros imposibles de adivinar, quizás todo planeado por una mano blanca oculta en la mas remota oscuridad. De vez en cuando sonaba con esos sucesos, con el día en que conoció a cierta jovencita de pelos blancos, como se aventuraron a las profundidades de un problema y como acabaron no solo conociendo a una juez, sino que también se involucraron en el asedio y la locura de una jovencita con planes genocidas.

Las cosas acabaron con un disparo a quemarropa, a la espera de ver aceite y tuercas salir, pero solo sangre y sesos resaltaron de la terrorífica escena. ¿Quién era ella? ¿Por qué intento vender la idea de ser una androide cuando no lo era? ¿Quién la mando? Tantas preguntas han carcomido en sus mas profundos sueños hasta convertir todo en una pesadilla, una que ya ha durado demasiado tiempo. Ha buscado respuestas a su modo y no las ha encontrado, mas aun tenia ciertas dudas sobre otra involucrada en todo ese altercado, una a quien vería muy pronto por eventos por encima de su destino.

Esa chica, apodada Aoi, seguía siendo un total misterio para Johan.

Mas lo que nos trae a la historia de hoy no sucede por un encuentro casual o algo tan aburrido como encontrarse a beber té en un café. Una catástrofe ocurrió, una que dejaría una huella imborrable en todos los habitantes de esa ciudad, ya sea por el recuerdo a la muerte o la muerte misma llegados a ellos. La tierra tembló, el aire se agito y lo único que muchos presenciaron fue un resplandor que los dejo ciegos a algunos y muertos a otros, pues a pesar de estar en las lejanías, ajena a la ciudad, su destrucción llego a todos ellos.

Tras todo esto, comenzamos con Johan despertándose luego de caer inconsciente al recibir una onda expansiva apabullante en las afueras de esa ciudad.

—…¿sigo vivo?— quitando una el pedazo de techo que cayo sobre su cabeza, Johan sintió su mundo dar vueltas, tambaleándose al intentar levantarse y cayendo de bruces una y otra vez— Los muertos no sienten dolor, así que debo estar vivo— se dijo, finalmente tomando equilibrio a pesar de resentir el dolor en su cabeza. No sabe que ha ocurrido, pero escucho una explosión y un resplandor en él horizonte, cerca de la ciudad o incluso a sus alrededores— ¿Qué ha pasado?—se encamino a las afueras de la vieja estación, observando la destrucción causada. Las vías del tren han quedado destrozadas y ya nada queda. Toda la estación esta en ruinas y quien sabe se sostendrá por mucho tiempo— Terminemos lo que hemos venido a hacer, Johan. Actúa primero y piensa después, como siempre—se dijo a si mismo, regresando a ver adentro.

¿Dónde estaba? El lugar donde empezó todo, ahí donde seria su mejor forma de encontrar pistas de toda la tragedia ocurrida hace tantos meses atrás en aquel tren. Ellos se encontraban viajando de regreso a Tokio en ese tiempo, de regreso al infame hogar, pero una supuesta "avería" los detuvo ahí, donde ahora el luchador clandestino de las calles camina.

Johan estaba en la vieja estación donde el tren freno y donde todo comenzó; al menos, lo que quedaba de ello, pues tras la explosión todo estaba en escombros y apenas quedaba algo.

¿Qué encontraría ahí y que ocurrió?

por **Aoibheann McLoughlin** Vie Mar 22, 2019 8:28 pm

¿Qué se siente exactamente al revivir recuerdos traumáticos? La respuesta parece evidente, es decir, cualquiera ha vivido la horrible sensación que acude a tu mente cuando retomas un suceso que dejo marca en tu psique. Es doloroso, amargo, triste, a veces incluso prefieres que sea el daño físico el que sofoque tus pensamientos. Sin embargo las cosas se tornan diferentes cuando tienes que experimentarlo bajo la razón.

La imagen del cerebro de la chica reventado contra el cuadro de mandos no era la primera visión desgarradora que Aoibheann presenciaba pero esta le dejó una impresión especial, diferente. Era la primera vez que le invadía una sensación desagradable tras haber apretado el gatillo y sin embargo no fue por el propio asesinato en si, sino por las vidas que había salvado. 3 vidas humanas cambio de otra. Y la suya, no contaba en esa ecuación.

Ese día tenía una cita con alguien. Quién era no es lo importante ahora, porque cuando llegó a la estación los recuerdos de ese día volvieron a su mente. Se detuvo en vez de tomar el tren y se quedó esperando durante algunos minutos, pensando. Y cuando menos se esperaba algo fuera de lo ordinario el fulgor de una explosión tiñó de luz el cielo vespertino.

-Ughh- Dijo apartando una viga de hierro sin demasiado esfuerzo. ¿Estaría dañada? En cuanto se puso en pie reviso todo el tejido que recubría su cuerpo aliviada de solo tener un par de rasguños en el vestido-¿Que acaba de pasar?- Murmuró para si contemplando su entorno.

Caminó entre los escombros de la explosión. Había acontecido no muy lejos de ahí y quien deambulaba por la estación parecía haber sobrevivido. Los que estaban más próximos al foco en cambio no habrían corrido la misma suerte.

Exaltada por el timbre de una voz familiar, se giró para encontrar a la última persona que esperaba ver allí- ¿No se supone que es al revés?- le dijo como si acabaran de verse- Primero se piensa y luego se actúa- Y soltó una pequeña risa.

por **Johan Christie** Sáb Mar 23, 2019 2:33 am

¿Será su imaginación? ¿Una ilusión? ¿Algún juego del destino que gusta jugar al azar? No, no es nada de esto, pues puramente nada debería ser obra de algún evento aleatorio. Johan escuchó con claridad la voz conocida a sus espaldas, las cuales de inmediato le hicieron sonreír con cierta nostalgia al recordar a la señorita en cuestión. Misteriosa y de pocas palabras, pero que a la hora de la acción no se queda quieta como si fuera un gato lleno de pulgas.

Dándose la vuelta y mandando sus manos detrás de su cabeza, Johan saludo con una sonrisa alegre a Aoi.

—Las tuercas de mi cerebro siempre han funcionado en sentido contrario, soy todo un caso—dijo en respuesta a su broma, bastante singular pues le salía de manera natural. La recordaba con ademanes y palabras mas mecánicas en su primer encuentro, pero en esa primera interacción ya se la notaba cambiada. ¿Ha vivido alguna que otra aventura?— Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí. ¿Serás de casualidad Aoi, la joven con quien viví una singular y bastante infernal experiencia en un tren hace meses atrás? Te ves igualita a ella y no puedo creer encontrarte aquí, donde todo empezó—caminando despacio para evitar caerse entre tantos escombros, olvido por unos segundos la catástrofe para llegar hasta ella y, como la primera vez, quitarse su brazo biónico para sujetarlo con su mano buena y usar esta para saludar al querer estrechar su mano— Me alegra verte, a pesar de que, de nuevo, no nos encontramos en las mejores circunstancias.

Luego del saludo y volver a colocarse el brazo en su sitio, Johan suprimió muchas preguntas que hubiera gustado hacer pero no las creyó conveniente. ¿Por qué escapo luego del incidente del tren? ¿Dónde ha estado desde entonces? ¿Se vio involucrada en alguna forma? No esto ultimo era improbable, pero es cierto que todo conectaba hacia algún lado.

Johan buscó con la vista a algún otro sobreviviente, mas si los hubiera ya habrían escapado tras el ataque o estarían desmayados por todo lo sucedidos. Quizás haya alguno que rescatar entre los escombros, pero no parecía ser el caso. Luego de tanta destrucción ya solo calma quedaba, una silenciosa y lejana al caos anterior a todo esto.

—¿Te encuentras bien? La explosión, o lo que sea que causo todo este desastre sin duda nos mando a volar a todos. Por segundos me volví todo un gato volador. De paso el techo se me vino encima y casi me quita una de mis tantas vidas—volvió a tocarse la cabeza con cierto dolor, calmando con su mano buena poco a poco la confusión de sus sentidos. Un poco mas y no la contaba, al igual que muchos otros— Buena suerte la mía por ser un cabeza dura. En todo caso, ¿qué haces aquí? Esta es una estación antigua y prácticamente abandonada, pensaba que solo un loco seria capaz de venir aquí cuando se esta tan lejos de la ciudad, y ambos sabemos que solo uno de nosotros esta loco— como siempre, o prácticamente toda su vida, el chico degustaba al decir alguna broma o dar la pelota a los problemas para buscar un ambiente mas agradable a todos.

Aunque quizás este no fuera el momento, no cuando hay tantos misterios y temas para resolver entre ambos.

por **Aoibheann McLoughlin** Dom Mar 24, 2019 9:55 pm

En realidad, la androide se alegraba mucho de volver a verlo sano y salvo. Un de los temores que tenía al haberse marchado tan repentinamente era el que les hubiera sucedido algo grave, o que le hubiesen arrestado los jueces, pero por como se comportaba, fresco y juvenil, lo último que parecía era haber pasado los últimos meses a la sombra.

Alargó la mano y se la dio. Al igual que la última vez la agitó con más fuerza de la esperada solo que ahora lo hacía más con la intención de darle un punto de gracia que por puro nerviosismo- Efectivamente, soy Aoibheann, es decir...Aoi, como ahora suelo hacerme llamar. Es mucho más fácil así- Explicó- y desde luego pareciera que estemos destinados a encontrarnos en medio de catástrofes ¿No te parece?-

Una vez finalizado el apretón de manos, recorrió con la mirada el caos general que les rodeaba, intentando buscar algún superviviente que se le hubiera pasado en el vistazo anterior; sin embargo no halló a nadie, de momento. Se fijó en que Johan hacía lo mismo, o al menos eso intuyó por su manera de escrutar el entorno. Esto le suscitó cierta confianza hacia el joven.

-¿Qué si me encuentro bien?- Vaya, vaya ¿Y como le explicaba que debería haber estado mucho más cerca de la explosión para haber sufrido daños serios?- Estoy bien, claro. Tuve suerte y apenas me ha caído nada encima- Explicó. No había por qué especificar que ese "apenas" eran un par de vigas de hierro que habrían aplastado a un ser humano corriente- Pero me pilló del todo por sorpresa. Creo que lo último que esperaba hoy al levantarme era esto-

Miró al joven y después dirigió sus orbes hacia el foco de la explosión ¿Quizá debieran ir a investigar? No tenía demasiadas ganas de explicar cuales eran los motivos de su presencia ahí ese día. Estaba de paso pero se quedó unos minutos porque se había acordado de ese día. De no haberse dejado llevar por la nostalgia no estaría ahí ahora. Le invadió una sensación de azoro de solo pensar en explicárselo y prefirió evitar el tema.

-Hmm es de mala educación llamar loco a los demás ¿Sabes?- soltó con una risa- En fin...tenía una cita con alguien....aunque eso es lo de menos ahora... oye ¿Te parece si vamos a investigar un poco? No creo que nos permitan acercarnos mucho, pero si llegamos antes que las fuerzas del orden quizá encontremos algo interesante. -

por **Johan Christie** Lun Mar 25, 2019 12:52 am

—Pues vaya destino nos la tienen montados, uno alegre y lleno de peligro—declaró a la contestación a sus palabras, deslumbrando un panorama algo oscuro en un futuro próximo si sus siguientes reuniones seguían de la misma forma. Ante todo, se alegro al notar que la joven seguía contando con la misma fuerza que la primera vez al estrechar su brazo biónico, sintiendo esta incluso si se encontraba desconectado de su cuerpo—. No has perdido fuerza en tu agarre, algo bueno para un cuerpo tan delgado y sin aparentes músculos, si me lo preguntas. Si algún chico malo intenta hacer algo, seguro le patearas el trasero de aquí a la luna.

Nada, realmente no había nadie mas allí, ya fuera vivo o en forma de cadáver a la vista. Johan levanto algunos escombros con su brazo biónico, sin esperar hallar resultados algunos y suponiendo que toda búsqueda seria en balde. Algo lamentable pues se apenaba de tanta destrucción y muerte, algo que nunca cambiaria en él. Luego de empezar a trabajar con Hellen ha hecho ciertos trabajos mas violentos contra la ley, pero esto no lo he cambiado ni un poco. Para su buena suerte, Aoi también se mostraba igual de buscadora a la hora de encontrar a alguien, que para segura pena de ambos

—¿Apenas algo, eh?— Johan se fijó por un instante en los rasgones de su vestido, los cuales se notaban recientes. ¿Eso fue provocado por algo menor? No sabia y posiblemente tampoco debería darle mucho interés. ¿Estaba bien, no? ¿Eso es lo importante? Si cojeara o algo se preocuparía, pero a primeras vistas se la observaba como recién salida de fabrica— Es una suerte que no pasara a mayores, pero no se como ira por allá— levantó el dedo pulgar robótica apuntando a detrás suyo, justo al foco de lo ocurrido—. Muchos ni se habrán levantado de sus camas si se encontraban cerca…, mas bien, dudo que ni queden sus camas—su voz, como pocas veces, detonaba algo de tristeza, mas solo por un ligero instante.

Soltó una risa humilde y sincera cuando ella respondió a su broma con otra, notando que en verdad ya poco quedaba de esa joven con quien de primeras fue algo difícil entablar conversación debido a su cierta forma "mecánica" de dirigirse a todo. Tampoco era raro, Johan ya ha conocido a todo tipo de personas tímidas y poco habladoras, alegrándose de que Aoi se volviera mas abierta.

Y de paso, tenia un buen punto. Deberían ir a dirigirse allí para buscar el foco de la explosión.

—Una cita, ¿en serio? Oh, vaya, no sabia que hoy tendrías un encuentro con tu amante. ¿Pensaban luego irse en una romántica aventura en tren hacia el horizonte del amor?— como si fuera una amiga de toda la vida, a pesar de no serlo, Johan codeo con gracia y complicidad a la joven de cabellos blancos, ya sea bromeando o por su propia diversión. Luego del chiste se dispuso a ponerse serio, o lo que conlleva ponerse serio para un joven que la mayor parte del tiempo esta de buen humor—Tienes un buen punto ahí, debo decir. Esa explosión se noto catastrófica y seguro encontramos algo interesante. Aquí solo queda polvo…—observo una ultima vez a sus alrededores, buscando aunque sea un signo o una piedra preciosa que lo llevaría a descubrir algún misterio. Nada, realmente no quedaba nada— No creo que valga la pena esperar algún tren, pero por suerte yo no vine aquí por esos medios— se dirigió a las afueras de la estación, apuntando con su dedo para que la siguiera.

Caminaron a la zona de al lado de la cabina de las vías, lugar donde, como ya esperaba, todo seguía cubierto de polco, pedazos de rieles y algunas piedras desterradas por la explosión. Johan se puso a excavar entre toda esa basura en busca del vehículo con el que vino ahí, uno que él mismo construyo luego de meses y meses de buscar piezas ya olvidadas por cualquier mecánico.

Es un amante de los clásicos.

—Aquí esta, cubierta de polvo pero en perfecto estado— Johan levantó y colocó la gran motocicleta oscura, la cual era de al menos dos o incluso tres siglos atrás. ¿En que año se encontraban? Bueno, no importa. Ese vehículo fue armado por el mismo gato, quien como no puede costearse un vehículo propio, y actual, se decidió a hacer el propio— ¿Qué te parece? Es una vieja cosa fea y falta de estilo, pero todo un clásico. ¿Te acuerdas de la película Terminator que te comente? Pues esa cosa conducía uno de estos a la hora de ir a cazar personas y patearles el trasero— sentencio, quitando el único casco con el que contaba de entre los escombros y lanzándoselo a Aoi para que lo usara. Él al ser un cabeza dura no le seria necesario.

por **Aoibheann McLoughlin** Dom Mar 31, 2019 1:10 am

¿Una cita? En cuanto recordó a la persona a quien iba a ver ese día una suerte de escalofrio recorrió su cuerpo, prefiriendo no pensar demasiado en ello. Por suerte, no era una visita planificada y no debía de preocuparse si llegaba tarde o si no. Quizás fuera mejor no ir incluso; el universo tiene maneras curiosas de darnos señales...¿No os parece? Asi que, ante la broma del joven ella alzo la mano en un gesto con la intención de indicar: "Mejor no hablemos del tema" y se limito a reírse del tono chistoso de Johan.

-Vaya vaya ¿Terminator dices? AH ya la vi. Ahora sé lo que es...una película, y toda una maravilla- Explico contemplando la moto con interés. A decir verdad el argumento que esas viejas cintas desarrollaba le dejaba una sensación intranquila no agradándole ver como una inteligencia artificial se hacia con el control del mundo. Quizá careciera de las aspiraciones necesarias para someter a a especie humana...pero eso es una buena noticia ¿Verdad? Skynet no renacerá en Aoi.

Volviendo a la escena, con la alegría propia de una niña Aoi saltó sobre la moto, poniéndose el casco- Nunca he ido en moto ¿Es seguro? Bueno, creo que me da igual...que emoción ¿Verdad? Vamos arranca. Tengamos algo de diversión dentro de toda esta tragedia- Expresó con entusiasmo a Johan. Se sentía cómoda expresando optimismo en las situaciones más complicadas y a veces no le quedaba más remedio que sacar una sonrisa. Sin embargo, por detrás dejaba entrever el peso de una dura batalla contra la propia naturaleza del ser humano.

Se agarró con fuerza a Johan (Quizá demasiada) temiendo caerse y demostrar que no iba a pasarle nada, pero enseguida se pensó mejor lo del casco y termino poniéndoselo a Johan a traición- Mejor lleva tu esto ¿Vale? Mi cabeza estará bien. Serás un cabeza dura, pero prefiero que el conductor vaya seguro por si acaso que no quiero pegármela ¿Vale? -Palabras que expresaría con cierto tono autoritario, dejando claro que no iba a aceptar un no por respuesta- Y ahora sí ¿Vamos?-

Arrancado el vehículo sintió un pequeño hormigueo recorrerle el cuerpo. La moto iba rápida y el camino por las zonas más externas a a explosión era sencillo. Se complicaba a medida que se aproximaban y admiraban con más detalle los estragos que la onda expansiva había dejado en todos lados. No había nadie, ni una sola alma y apenas resonaba el sonido del motor rebotando entre los escombros de las antiguas fábricas.

por **Johan Christie** Miér Abr 03, 2019 4:33 am

—¿Ya la viste? Finalmente altivo algo de cultura en ti. Lo siguiente será ver todo Star War, camarada— dijo como si fuera un padre orgulloso al notar que la otra finalmente vio esa tan afamada película, halagándola incluso. ¿Habrá sido de su gusto? Los robot asesinos o descontrolados es una realidad hoy en día, no apto para todos si no disfrutan historias de tal índole.

Johan verifico el motor de su motocicleta y comprobó por unos segundos del aceite y el motor. Al ser componentes de mas de un siglo de antigüedad también le fue complicado conseguirla, sin decir que en adelante no tenia idea de donde conseguiría gasolina de ese tipo, pero no le importaba. Tal vehículo era como un juguete favorito a un enano que gusta de motores y esas cosas, como un mecánico. Quizás si hubiera decidido mejor en su vida se hubiera echo mecánico de tanto autos como quizás de robots, pero de hacerlo le recordaría a cierta persona.

Odiaría parecerse a él en cualquier apartado.

—Hey, tranquila. Ya pareces una niña deseando subirse a un unicornio. ¿Desde cuando eres capaz de comportarte de forma algo infantil, Aoi?—rió un poco por esa emoción desplegada por ella ante la idea de montar en la moto, casi cómica a su vista. Mas, quizás lo percibía al igual que lo percibía en él mismo. Tantas sonrisas y juegos solo seria una malacara en medio de tanta tragedia, una que ha sido dura de afrontar en el interior—Y no te agarres tan fuerte. Con tu fuerza me vas a dejar sin aire, aunque tampoco te sueltes mucho—le dijo, ya empezando a mover la moto, justo cuando sintió el casco en su cabeza, puesto a traición y sin posibilidades de dar un no como respuesta a esa joven. ¿Cómo es que ha cambiado tanto en tan poco tiempo? Pareciera haber conocido a otra persona meses atrás—Si insistes tanto…, con mas razón agarrote fuerte, entonces. No eres un androide, Aoi. Si tu cabeza sale volando por un accidente no podré agarrarla y ponerla de nuevo en tu cuerpo como si nada—le comentó, con su típico tono de broma, mas con cierta cautela y preocupación al no desear que le ocurriera algo por andar desprotegida.

Y así marcharon a gran velocidad, atravesando un sendero lleno de destrucción y llanuras cubiertas de polvo y metal por todas partes, como un escenario post apocalíptico de alguna de esas películas viejas. Johan era capaz de maniobrar a la perfección incluso en ese tipo de ecosistemas, todo gracias a las practicas que dio en la ciudad, tomando atajos, saltando personas y evitando hasta a los jueces quienes una que otra vez le pillaron el rastro. Todo esto no demoro en demasía y, al estar tan cerca de la zona afectada, debieron ser los primeros en llegar a la zona de fabricas.

Era un caos total.

—Si esto fue un ataque terrorista, se esmeraron mucho en la parte donde causan destrucción. ¿Cómo es posible esto?—fueron sus primeras palabras cuando detuvo por unos segundos la motocicleta y observo desde primera fila, en la cima de una montaña de escombros de metal y materiales de construcción, la zona de fabricas industriales prácticamente destruida. Fuego en todas partes, fricciones en el suelo y una cantidad incalculable de devastación. Ni las películas serian capaces de simular tan bien ese ambiente—Puede ser peligroso si nos acercamos de mas, pero…—y de repente, un chillido a lo lejos.

"Ayuda" "Sálvenme" "Me muero" estas palabras fueron partes del griterío de alguien, con una voz tan distorsionada por el metal, la humareda y seguramente el dolor, que difícilmente se sabría a quien pertenecía. ¿Un niño? ¿Una niña? ¿Una mujer? ¿Un anciano? Johan no lo sabia, pero le desesperaba escucharlo. Entre tanta destrucción, muerte y fatalidades, una voz les imploraba para que la salven.
No le quedaba de otra.

—Parece que es dentro de lo que queda de esa fabrica…—la mencionada en cuestión era un establecimiento en ruinas, no lejos de caer en demolición—…—se quedo pensativo unos segundos. ¿Valdría la pena arriesgarse? ¿Un criminal como él? La respuesta siquiera fue cuestionada en su mente— Aoi, es muy arriesgado. ¿Crees poder conducir a un lugar seguro? Yo…, de vez en cuando los vagabundos debemos hacer buenas acciones. Para figurar un poco, ya sabes— le dijo, con una media sonrisa algo inusual, como si se encontraba inseguro— Hay que ayudar a quien sea que pide ayuda, quizás y me explique que paso.

Si hacia una tontería como esa, prefería no inmiscuir a ella en ello.

por **Aoibheann McLoughlin** Sáb Abr 06, 2019 9:04 pm

Se sintió extraña al escuchar la broma del androide y de alguna manera sintió que toda la situación adquiría un tono de lo más irónico (fíjate, un androide captando ironías ¿Quién lo diría?) pues la realidad era que ella sí es un androide. Por supuesto, Johan no lo sabía y aunque sentía que era un muchacho de confianza, prefería guardarse el secreto por el momento.

Estaba de buen humor. Aun con la reciente tragedia se vio emocionada por un viaje en moto. Muchas cosas habían cambiado en esos meses y la que antes carecía de una personalidad definida ahora dejaba entrever rasgos más marcados y característicos, como la alegría por probar cosas nuevas o el sentimiento de un reencuentro con otra persona. Casi sin darse cuenta, sin pensar siquiera en el impacto que tendría su comportamiento en una persona a quien conoció meses atrás, había desplegado todo un abanico de actitudes y expresiones nuevas y diferentes.

Desde cuando soy tan infantil...¿Lo he sido? Vaya... ni me había dado cuenta.

Menos mal que no hubo ningún accidente de por medio. Johan manejaba bien el vehículo y esto impidío que su verdadera naturaleza saliera a la luz. Se sobresaltó cuando captó las voces de auxilio a lo lejos pero también se sorprendió por la actitud de Johan.

-¿Quieres ir tu solo?- Le dijo mirando en la dirección de la que provenía la voz. Entrar ahí era peligroso...- Johan- Comenzó a decir pero se freno antes de terminar de hablar. Para ella la tarea no sería nada, estaba literalmente diseñada para trabajos así...solo que matando al objetivo en vez de rescatarlo. Sin embargo esto supondría exponerse demasiado mientras que Johan podría salir bien de aquello.
-Deja que vaya contigo. Me subestimas ¿Sabes? También me importa el paradero del superviviente... así que no te me hagas el héroe y vamos los dos. Te sorprenderías de lo que soy capaz-

Tardó un rato en sopesar su decisión. Pero al final se dio cuenta de que quería salvar a ese superviviente ya que su vida y la de Johan pesaban más que su secreto...¿Pesaban entonces más que su propia vida? Prefería no enfrentarse a esos dilemas ahora.

-Así que vamos ¿Vale?-

por **Johan Christie** Mar Abr 09, 2019 1:25 am

—La verdad imagine que dirías eso. Luego de los sucesos del tren ya me he dado cuenta de que…bueno, no temes jalar el gatillo llegado el momento, lo que te hace una chica de acción— recordó unos instantes las ultimas escenas vividas en ese tren, como de un impulso la joven de cabellos blancos tomó el arma y le voló los sesos a una niña psicópata. ¿Fue bueno quitar el tema a relucir? Deseaba preguntar sobre los sucedido, entender su forma de actuar, pero quizás no era el momento. Ya si sobrevivían al Armagedon hablarían de muchas cosas aparte de un simple incidente de un tren— Cuando acabemos esto me gustaría compartir una lata de cerveza y conversar un rato sobre algunos puntos huecos en esta historia, pero primero vamos a ser los héroes de quien sea que necesite ayuda—declaró con una sonrisa, ya bajado de la motocicleta.

Y así ese par de personajes se aventuraron a la búsqueda de quien gritaba e imploraba por salvadores, quienes para sus suerte se hallaban en el lugar y tiempo justo para echarle una mano. Johan creyó sorprendente encontrar a alguien vivo cuando la explosión ocurrió dentro de un radio cercano, esperando a cadáveres o restos de androides calcinados por el fuego y las mareas de calor abrasadoras. ¿El superviviente obtuvo protección avanzada para protegerse? Difícil, especialmente en una zona de fabricas donde solo se encuentra gente de carácter mas humilde, de esos trabajadores a la antigua.

Entraron al edificio cual con suerte no se les caería encima, siendo lo primero observable que se trataba de una fabrica ciertamente particular, especialmente para uno de esos dos. Partes cibernéticas colgadas de ganchos gigantes, cabezas robóticas caídas al suelo, generadores colocados en varias esquinas y un trillón de exoesqueletos acumulados por todas partes. Maquinas de fusiones, supercomputadores sem. destruidas por los eventos pasados y otros aparatos que servían para la construcción de androides.

Una fabrica para la creación de androides, esa es.

—Raro, este tipo de sitios suele trabajar de forma automática, tengo entendido. ¿Qué haría alguien por aquí?—se preguntó, justo antes de quedarse completamente pálido por unos segundos. Para segura sorpresa de Aoi, Johan salio corriendo cuando observo el símbolo presentado en una de las maquinas; una rosa entre las fauces de la cabeza de un lobo plateado—…, Aoi, tenemos que salir de aquí. ¡Vamos por quien sea que necesite ayuda y salgamos de aquí ahora!—su expresión cambio a una difícil de leer. ¿Estaba nervioso? ¿Conmocionado? ¿Irritado? ¿Asustado?— ¿¡Qué estas esperando!? ¡Vamos!—le gritó, acercándose a ella con tanta rapidez que apenas seria alguien normal capaz de reaccionar. Tomo del brazo de la joven y con rudeza la llevo de donde provenían los gritos de ayuda, pues a pesar de todo, no seria capaz de abandonar a nadie ahí.

Luego de tantos años, quizás toda una década, su brazo metálico lo sintió pesado, casi temblando.

Debían huir de ahí rápido.

por **Aoibheann McLoughlin** Miér Abr 17, 2019 12:42 am

-¿Una chica de acción? Eso resulta alagador. Aunque no te negaré que conozco un par de trucos- Explico. Frunció ligeramente el ceño ante la mención de los eventos en el tren. No era un gesto de enfado pero implicaba que se sentía incómoda con el asunto, ella sabía cuales habían sido los motivos pero el tener que explicarlos implicaban demasiadas cosas, demasiados secretos saldrían a la luz y ¿Podía confiarle algo así? ¿Que haría Johan si supiera su naturaleza? Lo dijo en el tren... mientras que el cuerpo orgánico de todos moriría con el accidente, el androide sobreviviría y ella apenas había pasado la explosión con un par de rasguños a la ropa. ¿Entendería que, pese a tener el cuerpo de una máquina, podía comprender el valor de la vida?

Lo que dijo después sin embargo no parecía estar acorde a sus miedos- Claro. Será un placer tomar esas cervezas. Hay mucho de que hablar- Era un gesto amistoso y al mismo tiempo prevenia el inicio de la confianza que pretendía depositar en él. Pero ya se preocuparía de la quedada en otro momento.

Le siguió hacia el edificio en busca d ea voz de socorro. Al entrar al lugar a a droide le sobrevino una extraña sensación. Para ella la cantidad de elementos y piezas robóticas colgadas le daba una impresión similar a la de una carnicería... es decir, se trataba de piezas y elementos que componían su cuerpo. Pero tampoco fue un hecho al que se le pueda dar especial importancia, solamente fue una impresión momentánea. Por otro lado, analizando bien cada detalle de la fábrica (y haciendo uso de su visión especial robótica) entendió que eso no era una fábrica cualquiera..

-Esto no es una producción, Johan-Dijo observando el ambiente con una óptica más objetiva- Es como un taller... quien quera que trabaje aquí no hace cosas cualquiera...sería una especie de artesano y-

¿Qué es lo que había visto Johan? ¿Qué era tan peligroso? Una marca en la pared de una rosa...

-ESPERA ¿Qué sucede..?-

Corrió tras el en dirección a los gritos de socorro sin comprender demasiado, pero preocupada por el estado del que pedía socorro. Tendría que hacerle muchas preguntas después..Y ese signo ¿Podría haberlo visto en algún lado? Su memoria, al ser robótica, era perfecta, pero sabia que estaba corrompida en algunos tramos de su vida por lo que no podía decir si le sonaba o no la marca de la pared.

Cuando llegaron al origen de los gritos, encontraron una sala peculiar. Parecía el laboratorio de un científico loco, había estanterías abarrotadas con matraces y diversos objetos impronunciables, maquinaria cara y compleja, diversos frascos con contenido inidentificable y grandes urnas cargadas de un líquido turbio en las que se podía distinguir algo flotando. y un gran agujero en el techo que dejaba pasar las corrientes y el polvo del exterior. Bajo los escombros se escuchaban los gritos de socorro que por el timbre, correspondían a una mujer.

-ESTÁ AHÍ DETRÁS- Exclamó Aoibheaan corriendo hacia los escombros. ¿Y ahora qué? Podría levantar esos escombros sin problema...pero sería demasiado evidente que sus habilidades superaban las humanas.

-Johan busca unas cizallas o algo... aquí tiene que haber de todo. Yo iré a por unas cadenas y algo que pueda cargar con el peso de esto para hacer palanca-

Si la cosa se complicaba para evitar el desperdicio de una vida humana, revelaría sus habilidades. Aunque ahora la duda empezaba a pesar más que nunca en ella ¿Valái más la vida de una desconocida que la suya propia? ¿Acaso estaba dando más importancia a la naturaleza humana? ¿Significaba eso que no tenia aprecio por ella misma?

A buena hora te surgen las dudas existenciales...

por **Johan Christie** Sáb Abr 27, 2019 8:04 am

Su cabeza daba vueltas, sus dedos temblaban incluidos los metálicos, los pies se sentían como cemento y la quizás hasta la punta de sus cabellos ardían en un raro sentimiento. Malos recuerdos inundaron su mente al tiempo de atravesar los pasillos casi destruidos de ese establecimiento, mirando de arriba abajo, izquierda a derecha en todo segundo a la espera de algo. Actuaba como un niño escondido bajo sus sabanas temiendo la aparición de un monstruo saliendo de su ropero.

—Los artesanos son artistas, Aoi. Gente que usa su imaginación para crear cosas grandiosas. Lo que él hace son…abominaciones—su voz volvió a temblar. Las memorias lo traicionaban, todas y cada una de ellas. No se le ocurría ninguna broma o chiste, ninguna sonrisa para intentar quitarlas de su cabeza o al menos fingir que no le importaba—. Solo acabemos con esto.

Finalmente llegaron donde los gritos eran mas audibles, a aquella sala digna de todo científico salido de sus cabales. Al entrar y ver un entorno tan familiar, tan rememorable para sus sentidos, el cuerpo de Johan se congelo unos instantes. Esa sala era una copia exacta del laboratorio de su padre, del antiguo laboratorio ubicado en su viejo hogar, donde justamente ahí el vil hombre corto el brazo de su propio hijo para luego experimentar con su cuerpo hasta volverlo un ser kinetico.

Ese mundo realmente odiaba a Johan.

—¿Qué?—volvió en si cuando la joven pidió a gritos ayuda, despertando de un sueño al recordar la razón por la que estaban ahí. Existían asuntos mas importantes antes de lidiar con sus traumas—Son escombros muy grandes, ni con la fuerza extra de mi brazo biónico bastara…tengo una idea. Trae las cadenas, yo buscare otros metales.

Paso a juntar todos lo que fuera metálico, de acero o cualquier cosa conductor de electricidad que sirviera para sus planes. Los gritos de ayudan no hacían mas que empeorar, sabia que debía apurarse. No logro quitar sus ojos de los extraños seres hallados en tubos, lo cual lo tomo con la guardia baja. ¿Ahora intentaba crear vida orgánica? El bastardo contaba con el dinero y la sabiduría para lograrlo, obviamente.

Finalmente, luego de recolectar un rato y romper sin cuidado alguno todo lo que se encontrara a su paso, uso la cadena de Aoi para enredar el resto de objetos metálicos al escombro mas grande y que servia de base a otros que se hallaban encima. Con tanto metal encima ya serian considerados objetos atrayentes para el magnetismo.

—¿No te lo conté, verdad?—el brazo biónico comenzó a centellear, rizos eléctricos rodeaban sus tornillos y tuercas, vibrando a alta velocidad debido a la estática— Él bastardo que me quito mi brazo también me dio cierta afinidad a la electricidad. Ese hijo de puta fue pésimo a la hora de escoger un regalo de cumpleaños…—si, la fecha donde su brazo fue separado de su cuerpo y se volvió prácticamente un generador de manipulación eléctrica fue en su cumpleaños, para variar—. Al menos ha sido útil…retrocede un poco, no soy de usar mucho la electricidad como magnetismo. Me agrada mas lanzar rayos como si fuera un Sith o eso—aunque intentaba bromear, realmente su tono y su semblante seguían oscurecidos. Odiaba todo aquello.

Controlando la electricidad de un viejo generador aun en funcionamiento, Johan la manipulo para afectar todo el metal anclado a los escombros por él y Aoi, provocando que estos poco a poco empiecen a ser movidos. Se elevaban unos pocos metros para luego ser dejados a un costado, generando ligeras cortinas de polvo al tocar el suelo. Al finalizar ese arduo trabajo Johan cayó de rodillas al piso, exhausto tras manipular tanta electricidad y para algo que pocas veces probo. Su respiración agitada y el sudor en todo el cuerpo no evitaron que levantara la cabeza para observar a quien sea que ambos rescataron.

Se quedo petrificado al verlo.

—Realmente esta es una pesadilla a la que nunca vamos a escapar, ¿eh?—fueron sus ultimas palabras, aun controlando su agitación al intentar recuperarse. Frente a ellos y con solo la mitad superior de su cuerpo visible, una mujer de de rizos dorados y rostro demacrado, demostrando una base metálica en ciertos puntos, los observaba con una mezcla de gratitud y desesperación. Era una androide, sin lugar a dudas, una que parecía la versión crecida y madura de cierta niña psicópata que murió tiempo atrás de una bala en la cabeza—. Aun puede ser reparada y salvada, eso es lo importante…¿le puedes preguntar que hace aquí y donde esta el dueño de este lugar, Aoi? Luego la sacaremos y la llevaremos a algun centro donde sea reparada apropiadamente—se encontraba muy cansado y confundido como para hacer preguntas, mas igual estaba preocupado. Aun si la mitad de su cuerpo podría volver a ser reconstruida y salvada, siempre que se mantuviera intacto el cerebro bioeléctrico.

por **Aoibheann McLoughlin** Vie Mayo 03, 2019 1:48 am

Notaba la voz de johan en una frecuencia diferente, más alterada. Su ritmo cardiaco se había acelerado y su actitud se había alejado de su acostumbrado tono relajado y bromista. Estaba serio y desconcertado. Aoi como androide es capaz de percibir este tipo de cambios en el estado de ánimo de otra persona, aunque a priori no entendía del todo a qué se debía... ¿Este lugar tenía algo? Mientras buscaba las cadenas que le había pedido, accediendo a su idea, le daba vueltas al estado de Johan.

-¿Qué...qué haces Johan?- Inquirió cuando el joven sacó las chispas. Al ver como había dispuesto el metal y forzaba la corriente eléctrica a través de un generador enseguida comprendió de que se trataba. Y sintió pánico. Pánico porque su cuerpo también eran cables y electricidad, pánico porque los flujos electromagnéticos incidieran en su cuerpo de alguna manera. Si pudiera respirar ahora mismo sus pulmones se agitarían presos de la ansiedad.

-Jo...Johan yo...-

No sabía que decir. En pleno apogeo del espectáculo de chispas siendo el joven poseído por un espíritu cargado de determinación, cargado con los sentimientos que su pasado le evocaban, no se vio capaz de explicarle nada y se alejo. Poco a poco fue apartándose del núcleo de energía hasta situarse tras lo que parecía un panel aislante. Identifico el material rápidamente y espero a que pasara el momento. No sabía hasta que punto los grandes flujos de energía podrían alterarla y las corrientes que Johan había generado no eran especialmente grandes, su reacción era propia del miedo; una sensación completamente irracional que paradójicamente entendía un temor bajo parámetros lógicos.

Habiendo Johan terminado de levantar los escombros se aproximo con cuidado, confiando en que su pequeña huida no hubiese sido del todo percibida. Después de todo había escuchado las palabras del joven sin demasiado problema.

-Eso ha sido increíble- Le dijo. Y su sorpresa era genuina- No sabía que fueras capaz de tales cosas... el electromagnetismo es una ciencia fascinante...- Desvió la mirada hacia lo que había aparecido bajo la montaña. Una imagen horrible y triste- Eso que dices... resulta horrible... dime ¿Es por eso que estás así? te noto alterado...-

Avanzó hacia el cuerpo de la chica. Reconoció sus facciones añadiendo al momento más dramatismo. Era ...¿Qué era? ¿Como podía determinar en qué punto empezaba lo humano y donde acababa la máquina? No se trataba de un droide con conciencia, si no de algo a lo que le habían ingertado piezas mecánicas..o un droide complementado con elementos orgánicos.

-Ven, anda te ayudaremos a levantarte...¿Tienes nombre?-

Su tono era amable, aunque podía distinguirse como forzaba esta actitud. No se sentía cómoda en su presencia. Por su parte la joven no dijo nada y se dejó ayudar.

por **Johan Christie** Sáb Mayo 04, 2019 4:48 am

—Como ya dije, normalmente soy mas de usar los puños y esas cosas, pero si, soy capaz de estas cosas—recuperando el aliento, poco a poco fue recomponiéndose, sujetándose de las rodillas para evitar decaer. Su rostro, lleno de sudor, se agitaba con cada pasmo dado por sus pulmones, no lejos de explotar luego de tanto esfuerzo y energía usada. Johan observo a la mujer y luego a Aoi, quien la noto en principio algo alejada, como si hubiera intentado huir de las cercanías en cuanto empezó a usar el magnetismo. No es de pensar mucho y menos ahora en que la cabeza le daba vueltas, mas al escucharla ciertamente preocupada intento dirigirle una sonrisa calida y divertida, de esas que suele dar cuando esta de humor; casi siempre—Si, es por eso que estoy así. Me siento como un gato con sus pelos erizados luego de ver un perro a pocos metros de si…,¿doy pena? Mejor, significa que realmente aun mantengo ciertos traumas.

Estiró su propia espalda, sacudió sus cabello y abofeteo ligeramente sus mejillas con su mano buena, recuperando poco a poco el color de piel. Lo ultimo que deseaba era preocupar a una amiga, aparte de que no había tiempo que perder con tontos traumas de su infancia, los cuales solo le estorbaban. Volvió a observar a la mujer cibernética, aquella versión crecida de esa chica asesinada en el tren luego de su atentado terrorista. Cabellos rubios, piel blanca, mismo color de ojos entre otras características. El único rasgo que no compartía con quien acabo con un agujero en su frente es esa mirada psicópata; al contrario, se encontraba completamente aterrada.

—Bonito cuerpo, se nota que te hiciste una cirugía completa—comentó Johan a la mujer misteriosa. Parte de sus piernas y torso desplegaban sangre, pero en otras parecía brotar aceite, aparte de que en vez de órganos vitales, órganos internos, en los bordes de su piel resaltaban ciertas resemblanzas. Ya imagino lo que le ocurrió— Aoi te hizo una pregunta, mejor la respondes. No es ella cuando la hacen enojar—aunque intento volver a bromear, el chico apenas logro hacer que sonara a una broma, desviando la mirada a un costado para dejar de observarla.

—Lía…, Lía Anderson—respondió finalmente. Se mantenía apoyada en Aoi, usando el cuerpo de la joven de cabellos blancos como soporte. Incluso su antebrazo lucia partes plateadas—¿Son Jueces? ¿Vinieron a rescatarme?—pauso unos segundos, quedando pasmada y agitada. No sabe que tanto de mujer existía y que tanta maquina quedo, pero aun era humana para demostrar tantos sentimientos contradictorios en su semblante. Se encontraba aterrada— ¿A rescatarme de él?—Johan se quedo callado, mirando de vez en cuando a Aoi y luego a rescatada. Simplemente asintió con la cabeza, esperando mas respuestas de este modo— Gracias al cielo…, él nos secuestro…a mi y a mi hermanita. Éramos vagabundas en las calles, y nos ofreció un hogar donde quedar…

—Y fueron directo a la boca del lobo…— recordó el símbolo de la maquinaria, esa rosa roja entre las fauces de un lobo. La pureza a punta de ser devorada por la bestia— ¿Dónde esta tu hermana?

—No lo se…hace mucho tiempo atrás…varios meses…él le hizo algo. No solo jugo con su cuerpo, la convirtió al igual que a mi…le lavo el cerebro—relatando tal dolorosos recuerdos, la mujer poco a poco fue rompiéndose, quebrando de mente. Aun apoyada en la androide, mando sus dos manos a su cabeza, comenzando a llorar. Lagrimas de agua de un lado y de aceite por el otro—Para intentar salvarme ella decidió hacer todo lo que él le dijera…si, ya recuerdo mejor. ¡La mando a un tren! ¡El maldito la mando a estrellar un tren para ver si su cuerpo resistiría el impacto, sin importar si había o no pasajeros!—cayó de rodillas, a punto de estallar en llanto. Johan al escuchar tal revelación quedo con los ojos tan abiertos como platos, respirando de forma agitada al comprender el significado de todo aquello— No he vuelto a escuchar de ella…dijo que lo haría para salvarme…que estrellaría el tren, sobreviviría y luego vendría a liberarme…nunca lo hizo— derrochando lagrimas en cada extremo, a punto de tirarse al piso a desarmarse o morir de un infarto. En su desgracia, sujeto de las ropas de Aoi, de su vestido con ambas manos metálicas—Por favor…¿sabes donde esta? ¿Esta bien? Son Jueces, deben saber si ella esta bien y viva…por favor, dímelo, quiero a mi hermana. ¡Quiero estar con mi hermana!—desesperada agitaba el cuerpo de la amiga de Johan, implorando al verla a sus ojos. Rogaba, sollozaba y volvió a rogar por respuestas a aquella chica.

Johan no pudo mas que ver con cierta lastima a ambas, especialmente a Aoi. Ella fue quien jalo el gatillo esa tarde, después de todo.

por **Aoibheann McLoughlin** Mar Mayo 14, 2019 9:16 pm

Aoi miró a la joven derramar lágrimas por su hermana y su expresión se tornó fría- Yo la maté- Dijo sin demasiados miramientos.

Ella entonces calló los sollozos conformando un incómodo silencio entre todos los presentes, solo interrumpido por el murmullo del viento al entrar por el agujero del techo. La androide bajó la mirada sin entender demasiado la situación. Había callado ese secreto por meses, pero si era su hermana debía de saberlo ¿No?

-Lo siento, debías de quererla mucho y lamento mucho su pérdida....- Fueron las primeras palabras que pronunció. La mujer aun no decía nada, alzó la mirada y dirigió a ambos un gesto cansado y cargado de sorpresa. Aoi miró a Johan un tanto confusa con como proseguir la situación- Quiero decir que era ella o nosotros....-

El caso es que dentro de todo este drama a Aoibheann había algo que no le terminaba de cuadrar. Ese hombre sería un desalmado, un genio de la ciencia dispuesto a romper cualquier ley en la naturaleza con tal de lograr su propósito, pero no cabía duda de que ponía horas en cada una de sus creaciones y cuidaba cada detalle. Ese laboratorio era una prueba de ello. O quizá ella no había alcanzado a comprender la case de persona que era el científico... no como Johan. Pero la impresión, la sensación de que no encajaba la historia de la mujer, seguía ahí.

-Fue una decisión difícil... aunque. Perdona si no soy capaz de comprender lo que esto implica para ti. La misión suicida que le encargaron a tu hermana solo tenía un final y ella se llevó vidas humanas en el proceso.... ¿Tienes mucha prisa? Quiero decir... si te duele mucho quizá no sea el momento de hablar...es solo que tengo algunas preguntas que hacerte sobre tu hermana-

-Lo entiendo...-Dijo la mujer al fin. Levantó la cabeza aun con un gesto de sorpresa en su rostro, quizá durante unos instantes su cuerpo fuera recorrido por la ira pero ahora aunque triste se la veía serena- Guardaba la esperanza de que algo la hubiera salvado...quizá los jueces tuvieran piedad...-

Aoibheann le hizo un gesto a Johan explicándole que la movería hacia la camilla que estaba unos pasos más allá. Con cuidado la tumbó sobre esta.

-No sé si está en condiciones de ser arrastrada hasta algún centro...llamaré a alguien para que se haga cargo de ella... tal vez con lo que veamos por aquí podamos apaliar su dolor de alguna manera...¿Estás ya recuperado de lo de antes, Johan?-

por **Johan Christie** Sáb Mayo 18, 2019 6:06 am

Fue directa, sin rodeos o tratar de ablandar una verdad imposible de endulzar. Ella la asesino, por buenas causas y un bien mayor, pero fue ella al fin y al cabo. Johan observó los distintos cambios en la facetas de la joven rata de laboratorio, como cambiaron instante tras instante: de tristeza a confusión, de confusión a entendimiento, de entendimiento a ira y de la ira a la depresión. Tal vez de elegir palabras menos severas, de mentir directamente, algo de paz encontraría aquella mujer, pero el joven no mostró signos de contrariar la decisión o las palabras de Aoi. La verdad era la mejor de las soluciones.

Pero, recordando todos los sucesos, aparte de recordar a aquel sujeto que lo persigue hasta hoy en sus pesadillas, algo lo extrañó.

—Lo estoy, solo deseaba respirar un poco—respondió Johan a la pregunta, recomponiéndose finalmente para acercarse a la camilla y observar a aquella mujer de nombre Lía. Quizás fuera una ironía, pero la única razón por la que aquella dama continuaba con vida debía ser gracias a su cuerpo modificado, de lo contrario seria fiambre sepultada bajo escombros— No se si analgésicos seguirán funcionando en su cuerpo, pero es lo que hay—se dio la vuelta con la intención de buscar los medicamentos probablemente ya destruidos en medio de ese desastre. Ella sujeto su brazo humano antes de dar algún paso—¿Qué pasa?

Giro su cabeza para ver a aquella mujer, asustándose de inmediato. Ella, quien adopto una expresión penosa tras escuchar a Aoi, volvió a cambiar su semblante a una completamente nueva. Ojos inyectados en sangre, estupefacción mezclado de éxtasis, cierto grado de locura oculta entre desesperación y dolor. Era el mismo rostro visto esa tarde en aquel tren, la misma cara psicópata de la niña que los intento asesinar a todos al chocar aquel tren.

—Sé que quieren hacerme preguntas, pero yo también deseo hacer preguntas…me inquietan…—apretó su agarre al utilizar un brazo obviamente biónico, lastimando la extremidad humana de a quien sujetaba— Ella te llamo Johan…curioso…él hablaba de alguien llamado Johan también. Seria una coincidencia, es solo un nombre…,pero tu rostro…hay algo que me recuerda a él…

—Esa es la ofensa mas grande que he recibido en mi vida. Mira que decir que tengo parecido a ese sujeto es…—usó su propio brazo biónico para hacer a un lado el contrario, liberándose del agarre. Retrocedió inmediatamente al conseguirlo, mirando a Aoi para que no se acercara a ella y mantuviera su posición. Comenzaba a comprender el panorama—. Lía, cuando Aoi le reventó los sesos a tu hermana, su cabeza al menos era enteramente humana, nada de metal…pero siento que él le hizo algo a su mente. ¿Te lo hizo a ti también?

—No…si…si….no lo sé. Da…igual…—sus ademanes se tornaron raros, extravagantes como un robot al entrar en cortocircuito.

Finalmente Johan retrocedió hasta donde se encontraba su amiga, posesionándose a su lado. Algo iba mal, peor, absolutamente peor que cualquier cosa imaginada en principio. Su actitud y su cuento de la hermana perdían cierta validez por algunos puntos o huecos, ,mas era probable que no mintiera respecto a ello. La joven de cabellos rubios se llevo las manos a su cabeza, agitando y golpeando esta como si se tratase de una computadora rota. No solo su cuerpo esta roto, su mente ha sido corrompida.

—Aoi, ten cuidado—susurro Johan a su amiga—. Mi pa…aquel científico loco ha hecho algo a su cerebro. Su forma de actuar tan desestabilizada es igual a aquella vez en el tren, con quien ella decía ser su hermana…—o tal vez no fuera nada de ello. Albert Forest le cambio los cables y botones a Lía Anderson, quien sabe hasta que punto. Actuaba como un animal a punto de atacar con sus garras y colmillos—Si vas a hacerle preguntas o acercarte, hazlo con cuidado. Estaré a tu lado, pero eso no va a evitar el peligro si las cosas se salen de control—sentencio.

por **Aoibheann McLoughlin** Vie Jun 21, 2019 10:51 pm

Desde luego tenía la intención de preguntar en un principio, pero casi instintivamente sacó la katana que guardaba a la espalda y la apuntó al cuello. Eran sus reflejos de máquina, aquellos programados en su etapa de ejecutora, los que guiaron sus acciones por unos momentos.

-Voy a ser directa. Creo que nos estás ocultando algo-

Pero la mujer no frenaba sus movimientos frenéticos; la androide cansada de esto le propino un fuerte tortazo.

-¿QUIERES PARAR YA?- exclamó con seriedad- Así no vamos a llegar a ningún lado. Si no te estás quieta no me quedará más remedio que atarte ¿Me has entendido?-

Al fin cesó la locura, al menos por el momento. La situación que acababa de tener lugar ahí no hacía sino abrir las incógnitas. Ya intuía que Johan tenía alguna clase de conexión con el científico que estuviera ahí y por algún motivo tuvo la impresión de que, se saberlo esa mujer, las cosas podrían ponerse peor aún. Debía de desviar el tema.

-¿De verdad había mandado a tu hermana a morir? Creo que el cuerpo de un robot es lo suficientemente fuerte como para resistir un accidente así... no así su cerebro humano. Alguien como este... doctor científico loco o lo que sea debía de saberlo-

Lía hizo ademán de proseguir con los movimientos frenéticos, parecía algo impulsivo, mecánico. Pero el filo de la katana que aún le apuntaba pareció retenerlos.

-nnnnno lo se. Eso es lo que él dijo....- bajó la mirada, pareciera que iba a hecharse a llorar otra vez. Pero por su rostro pasó brevemente la expresión de la locura.

-TENÍAIS QUE SOLTARLO ¿VERDAD? ... esa traidora escapó a la menor oportunidad. Oso dejarnos a tras a padre que tanto había dado por nosotras. Quería ser libre ¿LIBRE? ¿EN ESTE MUNDO? Y mírala, qué ridícula, apenas unos meses fuera del calor del hogar y ya le habían volado la tapa de los sesos-

Estaba completamente fuera de si. No podía pelear con el cuerpo en ese estado y apenas se quiso lanzar sobre Johan par atacarlo Aoibheann la despachó de una sola patada.

-Pero yo nunca fui suficiente para él. Ella era la preferida, el experimento perfecto. El cerebro en el cuerpo de una máquina- soltaba entre sollozos desde el suelo. Aunque de sus ojos ya solo salían pequeñas chispas de corriente-por más que trabajara en mi, yo no era apta-

No se había percatado apenas de que había sacado el arma frente a johan así como de su actitud con Lía. No fue hasta el momento en que vio el intento de llanto que recapacitó y bajó la katana.

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