Can you help me with something?

Su padre siempre le decía que para mantener el poder, entonces debía hacer la guerra. Aquellas palabras siempre las paso de largo hasta que se metió en la política. Zarina a sus 21 años supo lo que era pisar cabezas por un puesto alto en Alemania. Y si no se hacia aquello entonces no quedaba mas que retractarse y dejar que el mundo la pisara por encima. En cierta manera tuvo razón en esas ocasiones y pronto se dio cuenta que tendría también razón en el mundo empresarial.

Verán; ser poderoso para Zarina era ser de nivel 99 en un videojuego de rol. Comenzar el juego con todas las misiones y campañas hechas y un avatar lleno de todas las armas y armaduras de los niveles anteriores y con millonada de oro. ¿Que quedaba mas para hacer? ¿Que propósito tenia la vida de alguien si ya lo tenia todo y lo había visto todo?. Fácil; No quedarse atrás y permitir que arrebaten todo lo que tenia.

Y por ello había convocado a Faith a ese día de campo juntas en un fin de semana libre. No solamente para pasar un buen momento juntas sino para charlar de lo que seria quizás la mayor misión de su vida. Sin duda sus habilidades serian clave para la supervivencia de Andromeda y hacer un ataque preventivo contra IHS. Aquello ya no se podía aplazar mas y la creación de Deimos solo alentaba aun mas a las otras Megacorps a hacer mas ataques a futuro. Por suerte y gracias a la ayuda financiera de varias mafias Zarina sabia muy bien como jugar las cartas a su favor. Casi como un juego de poker, la habilidad de leer la mente del enemigo y predecir sus movimientos era muy crucial ahora.

-Faith hermosa que gusto me da verte de nuevo- Se acerco a ella dándole un par de besos en la mejilla y abrazándola ligeramente. Observar a Faith era como brindarle una sensación de brisa marina aliviante a sus pulmones.

-Como estas? No tienes mucho trabajo no? Porque te necesito para una misión especial- Comento sonriendole mientras se acomodaba un poco el mechón de su cabello. -¿Caminamos un poco?- Pregunto, sabia muy bien que haría preguntas y que le tocaría a Zarina contestarlas.

Había sido una temporada de muy duro, arduo trabajo. Aquella catástrofe se cobró una cantidad más que lamentable de vidas inocentes y los equipos de emergencia, de seguridad no pararon de trabajar día y noche para reparar los daños, ayudar a los civiles y también contener a la siempre oportunista criminalidad. Con las miras puestas sobre la zona de la catástrofe, muchas otras zonas de la ciudad quedaron muy descuidadas, lo suficiente para que el crimen hiciera de las suyas de una forma u otra. Sin embargo logré arreglármelas hasta que mis piernas comenzaron a temblar a causa del agotamiento, de la fatiga. Hice de juez y verdugo unos cuantos días antes de caer agotada y ser reemplazada por otro Juez, me había merecido un buen descanso.

Tras aquello, la invitación por parte de Zarina Elegbaund me tomó algo desprevenida. En circunstancias normales hubiera rechazado su invitación pero cuando se es parte de la división de eliminación y recibes órdenes directas de las megacorps, una invitación así simplemente no se puede negar y además ella sería capaz de ofrecerme alguna recompensa, nada material, ni créditos ni nada lujoso, descanso, eso es todo lo que necesito. Un fin de semana, unos buenos momentos al aire libre, un auténtico cambio para mí e imagino que también para ella la cual vive en una jungla de concreto y metal adornada con luces de neón, ¿de verdad liberó su agenda para invertirlo conmigo por un día en el campo?

—Señorita Elegbaund, es bueno verle luego de tanto caos— palabras sinceras que fluyen de entre mis labios a la vez que correspondo a su saludo. Arrojo una fugaz mirada a nuestro alrededor, ¿estamos solas? La vicepresidenta de Andrómeda no debería de correr tantos riesgos, más aún con éstos tiempos tan inestables, excesivamente inestables. Por lo menos estoy yo aquí, eso es un gran plus —¿Misión especial? Pues han sido unas jornadas de trabajo muy agotadoras— no lo dejo ver por mi rostro ni mi tono de voz pero siento una pequeña decepción al comprobar que efectivamente ésta invitación no es más que un posible encargo para ella. ¿Puedo culparla acaso? No, claro que no. Acaricio suavemente el crucifijo sobre mi cuello antes de asentir con la cabeza y comenzar a caminar a su lado —Es una misión de eliminación, ¿verdad?— no me ando con rodeos, es una pregunta tonta para una respuesta obvia, lo veo venir. La división de eliminación es muchas veces una herramienta para ésta clase de tareas impuestas por las megacorps.

A la mayor le gusto bastante aquella intuición de la joven jueza sobre lo que iba a pasar. El caos financiero que había causado la creación de Deimos por parte de su hija adoptiva era el momento perfecto como para una misión como la que ella había previsto. Sin duda alguna era una misión de eliminación, pero no cualquier misión claro esta. Esta iba a algo mucho mas personal pero a la vez publico puesto que el ta a a tratar de seguro tocaría los cojones a varios corporativos del planeta tierra.

-No te preocupes mas por tu jornada. Me comunicare con el departamento de recursos humanos para que no te asignen misiones durante esta semana. Te quiero en perfecto estado físico y mental para esto- Hablo de manera directa hacia ella. Sin duda alguna esto ocupaba mayor prioridad que todas las demás misiones que Faith podía tener. -Si así es...podrías llamarlo una misión de eliminación con palabras simples pero se trata mucho mas que eso.- Comento mientras sacaba de su bolso una fotografía de un tío calvo y algo gordo. -Este es tu blanco- Se acomodo un poco los cabellos para despues continuar. -Es el vicepresidente de IHS. Finalmente se negó profundamente a vender sus secretos, por ello vamos a quitárselo a la fuerza.- Sentencio mirando a un bosquecillo el cual ambas se aproximaban lentamente.

-No pienses mal Faith, esto no es un robo, ni tampoco me gusta mandar a asesinar gente, pero esta vez si que lo vale, creemelo- El tono de voz de Zarina denotaba seriedad y sin tiempos para bromas. -IHS ya ha ganado si esto continua así, la inmortalidad sera controlada por ellos, y se volverán mas ricos que incluso Deimos, decidirán quien muere, quien vive, y a quienes modificar sus memorias y recuerdos a su propios gustos e intereses y eso el mundo no lo va a permitir.- Sus pasos finalmente se detuvieron en un tronco seco (O eso parecía) en el cual Zarina golpeo cinco veces y este se abrió revelando una corteza rebotica con un compartimiento secreto. Adentro de ello había un maletín alargado.

-Esa arma es vieja y antigua, sera imposible rastrearla, con ella lo mataras, tienes dos balas, una es de verdad para aquel sujeto, otra es una salva.- Le paso el maletín a sus manos sonriendole.

-Alguien de Andromeda hará de papel de victima inocente también por lo que no se nos culpara a nosotros. Mas tarde te revelare mas detalles a donde vas a hacerlo.-

¿Tan importante es la tarea que está dispuesta a dar en parte la cara para que yo pueda descansar de forma apropiada para estar en óptimas condiciones para la misma? Es decir, ella tiene el poder para hacer casi todo aquello que se le plazca, de veras y ahora mismo me tiene algo intrigada respecto a la tarea que tiene preparada para mí. Camino sumamente intrigada, casi hipnotizada pero tal y como yo me imaginaba, es una tarea de eliminación pero una de muy alta categoría, no es ni una tontería pues mi objetivo es el mismísimo vicepresidente de IHS.

Camino sin mirar donde piso pues mi mirada, casi todos mis sentidos y atención están fijos sobre la mujer que me ha citado para llevar a cabo éste asesinato. Soy alguien que no está familiarizada con las megacorps, ¿mis medicamentos? Los producen Andrómeda, las armas, blindaje y demás equipo que utilizan los Jueces han sido diseñados y fabricados en gran parte por NeoTech, y ni hablemos de algunos pocos Jueces que han vuelto a la vida en carcasas, gastando una verdadera fortuna en ello.

—Entonces yo tengo que...— no soy capaz de finalizar la frase pues la señorita Elegbaund me hace entrega de un maletín alargado. Asiento con la cabeza, no me hace falta ser una genio para saber lo que hay ahí dentro. Lo tomo y me acuclillo sobre la hierba, dejando el maletín sobre el mismo y lo abro para examinar mejor la herramienta que utilizaré para el asesinato. Efectivamente, no es ni un rifle gauss o cañón de riel moderno con todos los accesorios necesarios para ofrecer ventajas sea cual sea la situación en la que se encuentre el usuario. Es un rifle viejo, claro, pero sigue siendo una herramienta para matar y estoy segura de que soy capaz de emplearlo correctamente. Sí, me apunto para la tarea, después de todo no estoy en una posición cómoda para negarme.

—Estará en muy buenas manos hasta que llegue el momento de utilizarlo— y dichas aquellas palabras vuelvo a cerrar el pesado maletín y me reincorporo delante de la mujer —¿Luego del asesinato qué?— pregunto con auténtica curiosidad y me obligo a esbozar una pequeña sonrisa —¿Acaso con el mismo estaré ayudando a restablecer el orden natural de las cosas o simplemente estaré atrasando algo inevitable?— ¿o simplemente estoy ayudando única y exclusivamente a los intereses de Andrómeda y sus aliados?