The Bad Rumors -Privado Kaida-

por **Zarina Elegbaund** Dom Ene 27, 2019 4:04 pm

La mañana de trabajo comenzó relativamente bien. Todo en orden como debía estar hasta que el teléfono de su oficina sonó con una no muy agradable sorpresa de su corredor de bolsa.

-Q-que?!- Comento con asombro y temor en su rostro mientras le informaban que las acciones de Andromeda iba a caer un veinticinco por ciento si no se hacia algo al respecto en las próximas horas. Veinticinco puntos abajo era algo inaceptable para los altos estándares de su jefa y de ella misma ademas de la perdida de un cuarto de sus inversores y contribuidores privados. Pero antes que nada debía averiguar el causante de esta estrepitosa baja y evitar una pequeña catástrofe económica.

Por ello con urgencia llamo a una reunión de emergencia en donde un poco ofuscada pregunto que coño estaba pasando en el mercado. -Bien pues...parece que el rumor de que usted no quiere o puede tener hijos se ha filtrado al mundo exterior y eso ha puesto a ,os inversores a la retirada pues ya comienzan a creer que la empresa no tiene mucho futuro- Comento un secretario con voz un poco temerosa. Zarina expreso su furia literalmente lanzado una taza de café hacia un costado y rompiéndola contra el piso. El rumor para su desgracia era cierto. ¿Como se había filtrado? ¿Alguna de sus novias la había traicionado?. Por el momento dejo esas preguntas en suspenso quedando pensativa para poder resolver este embrollo. -...Joder...comuníquense con el departamento de informática. Que trabajen arduo para desactivar o hackear las cuentas que esparcen ese rumor- -Pero...eso solo demoraría la baja ya que se ha vuelto muy viral, lo mas recomendable para usted seria adoptar un heredero y aquello neutralizaría la falsa noticia, y las acciones volvería a subir al notarse que la empresa si tiene futuro-

-Adoptar?...ahh cielos...- Después de charlar un poco varios empleados le ofrecieron sus propios hijos e hijas para adopción pero aquello seria un movimiento arriesgado ya que sospecharían de una farsa pues eran sus propios empleados. No no no no. Debía ser alguien de afuera, no muy menor pero tampoco muy mayor. -Prepara mi auto, creo que se quien es la candidata ideal para ser mi "hija"- Y sin mas tomo su portafolios y salio del edificio hacia uno de los barrios oscuros. Kaida Ayashi era la ideal en esos momentos. Una rebelde misteriosa bastante joven y desligada de Andromeda, aunque no demasiado. Mientras el vehículo recorría las calles podía ver cada vez mas y mas sus graffitis. "Rogue" Sobrenombre escrito de vez en cuando en sus obras que parecían ser una fuerza oscura que las megacorps no podían eliminar. Finalmente el auto se detuvo en una callejuela con poca luz en donde sus mafiosos parecían estar esperándola. Zarina entonces se bajo del coche, portafolios en mano y con dos guardaespaldas mirando severamente a estos. Vestía aun su traje de oficina de falda corta, tacos y camisa blanca con un pequeño séquito.

-Quiero ver a Rogue- Expreso con un tono de voz cargado con una ligera preocupación. Tan solo esperaba verla pronto y que no hiciese demandas muy grandes pues dentro de ocho horas la bolsa cerraría e inevitablemente sus acciones de desplomarían.

por **Kaida Ayashi** Vie Feb 01, 2019 8:26 pm

The bad rumors

悪い噂

Kaida ladeó la mirada, sentada en aquél gran sofá de cuero en forma de curva que bordeaba el testero de una habitación que ella llamaba “su despacho de reuniones”. La luz del neón, los golpes de pintura que brillaban bajo el tintineo de aquellos leds potentes en la pared o su propia ropa brillaba bajo éstos. Escuchó a alguien en el exterior preguntar por ella, y a su fiel compañero caminar con prisas hacia aquella habitación para informar que la reclamaban. Con un simple movimiento de mano les dijo que pasasen, soltando el cigarro en un cenicero de cristal e incorporándose un poco para mirar de soslayo a Zarina. —Ah, la explota-ciudadanos— susurró, mirándola sin mucho interés, moviendo los dedos para que pasara allí dentro y se corriesen las cortinas tras ella, dejándolas a ambas allí, solas. —¿Por qué tanto interés en mí? Yo no voy a abrirme de piernas para ti, no eres de mi tipo— se burló entre dientes, dando otra calada y expulsándola por la nariz, como un dragón.

Se levantó para ir a por una copa vacía que llenar de licor fuerte, tendiéndosela y llenándose la suya del mismo cóctel, observándola de soslayo. —Dime, Zarina— comenzó, arqueando una ceja. —¿Qué te trae a la guarida de la mujer más sangre fría de NeoArghia?— bromeó, sentándose frente a ella y apagando las noticias del plasma colgado frente al sofá, haciéndole caso omiso a aquella pantalla. —Sé directa y rápida, no me gusta la verborrea, mujer— sentenció, juntando los dedos por las yemas y posando los codos sobre la mesa, inclinándose hacia ella. —¿Quieres droga? Tengo la mejor. ¿Armas? Capaces de matar a la persona más tanque de toda la ciudad con un solo tiro en el pecho. ¿Putas? Cariño, todos pierden la cabeza con mis mujeres— añadió, reclinándose lentamente hacia atrás, tomando de nuevo el cigarro tras beber.

—Sé quién eres, pero se me escapa de mis conocimientos el qué vienes a buscar. No tengo ninguna alianza con tu empresa, tampoco lo planeaba, pero si tu eres buena conmigo, querida, yo seré aún mejor contigo— continuó, guiñando un ojo suavemente y riendo burlona, de forma ácida.

por **Zarina Elegbaund** Dom Feb 03, 2019 5:45 am

Finalmente la dejaron pasar. Uno de sus guardaespaldas que quedo en el auto y otro en la entra por lo que ahora solamente estaba sola con ella. Con Kaida quien no dudo en recibirla con una bomba de verdades directo a su cara.-...heh así es, un gusto...- Tan solo sonrió ante aquello pues lo que decía era verdad. Le gustaba mucho la lujuria y también la gente joven como ella. Su ojo no dudo ni un instante en recorrer el cuerpo de la contraria apenas paso el umbral de las cortinas como si tratara de ver en su interior mas profundo sus intenciones...y también tratando de imaginársela sin ropa. Quizás si estaba algo rota de mente, o quizás la juventud le atraía demasiado como para ignorarla. -Cariño la ultima que me dijo eso la hice venir cinco veces- Replico mientras se sentaba frente a ella.

-Pero no vengo a eso Kaida... A nada de ello- Contesto mientras tomaba el vaso con el cóctel bebiendo este un poco muy lentamente. Kaida parecía leer mucho mas a Zarina y aquello le impacto un poco. ¿Cuanto mas de ella conocía?. Se pregunto internamente mientras le explicaba aquellas tentadoras y para nada malas propuestas de compras. Armas ya tenia aunque no le harían mal un poco mas. De las drogas no era muy fanática, mas la podrían producir ella misma en Andromeda, y las Putas eran su mercancía favorita, pero luego hablaría de ello con Kaida.

-Sabes quien soy, bien, entonces escucha esto- Suspiro mientras sacaba lo que parecían ser papeles de adopción de su pequeño portafolios dejándolos encima de la mesa de vidrio con leds de neón. -Quiero que seas mi hija Kaida- Se lo dijo de manera directa y sin rodeos. Obviamente cualquiera pediría una explicación por este llamativo hecho y ella mas que claro se la iba a dar.

-Se filtro un rumor al exterior, de que no puedo y no quiero tener hijos lo que es...cierto en cierta medida- Se acomodo el cabello con una mano. -Pero eso no es importante, lo importante es que mucho de los inversores y accionistas se nos están yendo ya que no le ven mucho futuro a la empresa si no hay descendencia mía así que para evitar ello y que la empresa decaiga en valor necesito una hija; Tu.- De esa manera se descruzo de piernas para cruzarlas nuevamente y luego sacar una pluma dorada de un pequeño bolsillo cerca de su escote. -Firma, vuélvete mi heredera en papeles y te regalare cosas para jugar ¿Que tal un ocho por ciento de las acciones de Andromeda?, y también lo que quieras; autos, motos, depósitos para guardar tu mercancía, tu decides.- Las opciones ya estaban servidas en la mesa como si fuesen una ultima cena y ahora solo esperaba su respuesta.

por **Kaida Ayashi** Dom Feb 03, 2019 8:45 pm

The bad rumors

悪い噂

—Sería una ciega entonces— siseó, jugando con uno de los mechones que perfilaban su perfil derecho, mirándola con ojo analítico y entornando la mirada antes de chasquear la lengua. —Quienes presumís de eso es que carecéis de mucho. Dejad de imitar a los machos prehistóricos, a nadie le interesa la puta vida sexual de la otra persona— añadió, levantándose para ir a por una caja de madera y sacar de su interior varias bolsas de polen con el que liarse un cigarro lleno de droga. La escuchó pese a no mirarla, asintiendo lentamente con la cabeza y apartando un momento la vista del cigarro a medio liar para volverla a ella al oír papeleo sobre la mesa. —Eso qué es— exigió con seriedad, ojeando por encima antes de retorcer la punta de aquella droga en el papelillo y prenderle fuego, dando una calada e inundándose la habitación de olor a marihuana seca. —Ah… adoptarme, ya veo— añadió, casi sintiéndose un perro.

Arqueó la ceja ante aquella confesión, riendo un poco y apartando la mirada de ella. —¿Estás segura de que quieres darme tu fortuna a mí?— preguntó dando otra calada y mirándola de nuevo. —Tu fortuna se perdería— exageró como broma, riendo suavemente y acercándose a aquellos folios, leyendo detenidamente para asegurarse de que no era ningún timo, ni que la meterían de esclava en el ERO. —Bien, firmaré, pero bajo unas condiciones. No cogeré la pluma hasta que éstas se cumplan— exigió, sentándose frente a ella y señalándola con el mentón. —Tienes algo que quiero que me pertenezca. Algo que a ti te gusta, y a mi hermano también— añadió, sonriendo casi como un tiburón, mostrando los colmillos antes de tamborilear los dedos de la mano libre sobre la mesa de cristal negro e inclinarse hacia ella, dando una calada a aquél porro y expulsando el humo directo a la ejecutiva. —Quiero que liberéis a Cassiopea Lindholm— sentenció, frunciendo el ceño. —Y el doce por ciento de las ganancias, además de una buena moto para mi hermano. Mi hermana… se puede joder por zorra— espetó, riendo sin ganas. —Ella me arrebató lo que más quería y se apropió de mi hermano. Ella no merece una mierda— susurró, separando las piernas y reclinándose en el sofá casi como un varón haría, colocando los brazos en el respaldo, a lo largo de éste a cada lado de su cuerpo.

—También quiero jueces aliados conmigo, no puedo permitirme morir, ni entrar en la cárcel por un fallo tonto. Estoy segura de que tú tampoco querrías perder a tu querida hija— continuó, dando otra calada a aquella droga y sonriendo de nuevo, de forma amplia. —¿Qué me dices? Si te niegas, te buscarás a otra. Sólo aceptaré firmar esas hojas bajo esas condiciones, y sólo una vez vea en mi puerta, libre, a la chica. Una moto en su garaje, la cuenta bancaria llena y jueces en mi guarida y en todas partes defendiendo a la chica dragón.

por **Zarina Elegbaund** Vie Feb 08, 2019 2:51 am

Se quedo un poco pensativa ante lo ultimo. "Quizás tenga razón?" Se pregunto mentalmente recordando que había pasado mucho tiempo desde que se tiro a esa secretaria en la torre. Por alguna razón Kaida le recordaba a ella misma cuando era mas joven. La acción de observarla sin mirarla, la manera en contestar a una mujer mayor que ella con aires de superioridad. Solamente sonrió ligeramente pues sentía casi como si una pared se le abalanzara encima.

-En estos momentos, si. Estoy muy segura- Comento con suma seguridad observándola. -Oh no te preocupes por eso, se como recuperar dinero, sin embargo una empresa...eso es difícil de levantar, fácil de perder-Hablo mientras movía un poco el contenido de licor en su vaso creando pequeñas olas circulares. -Te escucho- Afirmo mientras la miraba fijamente memorizándose las condiciones que ella ponía. Estaba mas que claro que la primera de todas le sorprendió. ¿Cassiopea? ¿Porque ella? ¿Acaso sabría también de la misión que llevo con ella hace unos días atrás? Era raro. Pero mas que raro, peligroso. Cassiopea había demostrado ser letal, demasiado para su gusto, aunque no iba anegar que tenia buen cuerpo y que la misión salio relativamente bien. Pestaño un poco cuando el humo llego a su ojo y cambio a uno mas serio. Lo siguiente a mencionar fueron nimiedades para ella. ¿Una moto? ¿Jueces? ¿Cajas llenas? Podría hacerlo sin problemas.-Bien entiendo...nada para tu hermana ¿No debo preocuparme por quedar en medio de vendettas familiares luego no?- Comento casi en chiste.

-No tengo problemas con lo de la moto, ni los jueces, ni darte dinero pero...¿Estas segura de que quieres libre a Cassiopea? Esa mujer me da miedo- Se lo pregunto de nuevo pero esta vez con un ese comentario personal. Después de lo pasado y al ver esa oscuridad en Cassiopea, tuvo serias dudad de saber lo que haría cuando estuviese libre, mas solo esperaba que no se le zafase unos tornillos de la cabeza -Vale vale...la liberare pero mantenla controlada- Dejo la copa en la mesa ya casi dándose por vencida.

-No, no creo que pueda conseguir otra "hija" genial como tu- Le comento sin sarcasmo alguno. La verdad se sentía como entre la espada y la pared, pero por el bien de la empresa tenia que hacerlo. En eso saco un pequeño móvil. Tecnología vieja (Y prohibida) irrastreable por computadoras modernas. Apretó un numero y una voz mayor la atendió del otro lado. Claramente un sirviente de los Elegbound desde hace mucho. -Buenas noches mi señora ¿Que desea?- -Buenas noches Lucious, es una emergencia; Quiero que formes tres grupos ya. Uno quiero que compres la moto mas cara que halla y la dejes en la dirección que te daré después. Otro quiero que abras la bóveda cinco y la vacíes del completo con guardias y jueces, ve y compra a Casiopea Lindhom y tráela hacia aquí. Si si, ahora mismo y quiero que uses efectivo, no quiero registros y que Elizabeth se pueda enterar. Y el tercer grupo lo quiero aquí en donde estoy con el resto del dinero, avísales que pasaran y mando a otra persona- -Suena grave- -Créeme, lo es, te llamo mas tarde-

Y así corto la llamada. Su ojo volvió a ver a Kaida nuevamente. -Esta en curso. Si es posible deseo verte también mañana. Hay otras cosas las cuales deseo hablar, pequeños detalles tecnicos y eso- Menciono mientras bajaba el vaso hacia la mesa. -Te llevo casi dos décadas de diferencia Kaida...pero honestamente, creo que tu eres la "mayor" aqui-

por **Kaida Ayashi** Jue Feb 14, 2019 1:52 am

The bad rumors

悪い噂

—Estoy muy segura de que quiero a esa mujer, Zarina. Es letal, lo sé, por eso la necesito en mi mafia, y como mi principal guardaespaldas. Aparte, creo que anda mi hermano tras ella, y quiero ser tan buena hermana que ése será mi regalo de cumpleaños— bromeó, tratándola como un objeto y no como una persona humana. —Sé que la chiquilla enamora con sólo esos ojos oliva y ese cuerpo, y que probablemente no quieras deshacerte de tu puta favorita, pero querida, ahora me pertenece— continuó como una sentencia, mirándola con una sonrisa digna del gato Chesire. —¿Hay trato entonces?— preguntó como ultimátum, relajándose en aquél caro sillón al verla tomar el teléfono para llamar y aclararlo todo a su secretario, o quien fuese. —Me encanta hacer tratos contigo, madre— murmuró con sorna, riendo un poco y levantándose para tomar la pluma y hacerla girar entre sus dedos. No fue hasta que le comunicaron que la mujer que quería iba en camino a la libertad que firmó con firmeza, dejando una caligrafía digna de una graffitera, llena de rectas y letras amplias que finalizaron con un punto al apretar tanto la pluma que derramó tinta en aquél final, como una seña de identidad.

Le tendió la mano para cerrar el negocio, ladeando la cabeza para hacerla levantarse y apoyar la mano en su espalda en un gesto de cercanía, como si más que madre adoptiva e hija ahora fuesen compañeras de toda una vida. —Vamos,déjame invitarte a una de mis mujeres como agradecimiento. Tengo el mejor vino, champagne y cuerpos femeninos de toda la ciudad— tentó, descorriendo la cortina que dividía aquella gran sala de luz negra de un pasillo alargado que daba a un callejón cercano a un local de eventos que le pertenecía en gran parte. Uno repleto de mujeres semidesnudas bailando alrededor de una barra de striptease y hombres pagando por ellas y bebiendo de los licores más caros de aquél local.

—Sírvete de quien quieras, y para lo que quieras. ¿Tortura? Mis chicas no abrirán la boca ante la policía. ¿Sexo? Simplemente se abrirán de piernas. ¿Contarle tus penas? Los oídos. O un completo, ya como sea tu filia— bromeó, siseando al morderse la lengua y tomar asiento en uno de los taburetes frente a una barra de cócteles formada por una gran pecera de peces exóticos y algas de tonalidades brillantes, con aquellas bebidas que parecían brillar bajo la luz negra danzar de una coctelera a otra en manos de un habilidoso barman. —¿Qué te apetece, Zarina? Vamos, invita la casa. No tengas vergüenza en tocar o pedir lo que desees— animó, haciendo una señal al chico que en seguida abrió una de las botellas de absenta negra más potentes en alcohol de aquellas baldas tras él, sirviéndolo en un vaso de chupito y tendiéndoselo. —Que no le falte nada a mi compañera, chico. Para algo te pago. Cuídamela y no dejes que esté sedienta ni un segundo.

por **Zarina Elegbaund** Mar Feb 26, 2019 2:48 pm

Se le quedo observando casi de manera estática mientras daba sus razones del porque liberar a Cassiopea. Así que tenia un hermano bastante interesado y ella seria un cebo para "atar" a su familia a su lado. Ingeniosa, muy ingeniosa. Dar algo a tus aliados pero a la vez no darles nada. Con su único ojo ya no podía ver a Kaida como una simple grafitera sino mas bien como alguien sumamente inteligente capaz de llegar bien alto.

Sonrió y asintió con la cabeza de que había trato hacia su nueva hija de enfrente y cuando termino de firmar tomo el contrato momentáneamente y observo aquella firma. Sus secretarios seguramente estarían asombrados por tan extravagante firma...igual que lo estaba ella misma. Tomo su mano y se levanto del lugar. -Oh vaya...seria todo un placer- Mujeres jóvenes y alcohol. Sus vicios favoritos aunque el primero era el que mas le gustaba.

-Nada mal Kaida...nada mal- Comento mientras miraba a su alrededor a todas las mujeres que iban de un lado a otro charlando con clientes o empleados. Se sentó en la barra y después de beber aquel liquido observo a Kaida y el barman. -Bien probemos con...Quiero y un "Bubblegum Neon"- Aquello era un cóctel de martini con colorante y caramelos dulces. Algo que pocos conocían pero Zarina estaba allí para probar a los empleados de Kaida. -Y tu ven aquí- Tomo una de las chicas de cabello rubio de la cintura que se acerco demasiado a la empresaria acercándola a su cuerpo. Su vestimenta parecía mas un bikini exótico de playa que apenas podía llamarse ropa. -Vaya vaya Kaida...de donde las sacas? Porque parecen increíbles.- Su mano recorrió el cuerpo de la joven rubia Tocando hasta sus pechos por debajo de la tela. Bebió con su mano libre el otro trago que le había preparado el barman, y ya los efectos del alcohol parecían ponerla mas y mas contentilla. -Excelente trago. Ten, un regalo extra para que lo disfrutes- Le paso en la mano a Kaida una tarjeta de créditos legal en la que podía gastar para lo que sea sin tener que preocuparse por jueces y demás investigaciones. -Ahora bien voy a probarte señorita-

Zarina luego se dirigió hacia una de las habitaciones privadas de atrás en donde no perdió mucho tiempo con ella en probar su cuerpo. Zarina pocas veces se conformaba con un solo cuerpo por lo que otra chica se le unió a la "diversión". Se podía decir que eso era casi una perdición para ella y que Kaida había encontrado un punto débil en la dragona de un solo ojo. Mas no le importaba, ella ansiaba la juventud y los placeres que esta podía darle. Eso claramente hacia escupir a Zarina información muchas veces confidencial.

-Humm hermosas...pásense por Andromeda alguna vez para hacerles derivas genéticas si quieren, los próximos meses serán muy complicados- Comento hacia ellas mientras estaba desnuda en la cama abrazándolas después de horas de lujuria. -¿Porque? Porque se viene una guerra, y no sera quien golpee primero el que la gane, sino mas bien el que lo haga mas fuerte, Las corporaciones nos odiamos entre nosotras, eso ténganlo por seguro...espero que Kaida también este preparada, no me quiero verla muerta por alguna de las otras megacorps...- Luego de ello se desvaneció cayendo en el sueño profundo de morfeo. Demasiadas horas de sexo y bebidas.

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